Como coleccionar sellos


El coleccionar sellos o estampillas de correo debe ser tan viejo como el sello en sí, que nació oficialmente en Gran Bretaña en el año 1840.

En realidad la aparición del sello en esa fecha fue un cambio en el sistema postal en el que se utilizaban sobres sin sellos, los que se llevaban a la oficina postal para que fueran matados con un cuño, como señal de haber sido pagado.

Y como dato histórico, fue introducido por Sir Rowland Hill durante el reinado de la Reina Victoria. El redujo y cambió la tarifa de distancia en las cartas ordinarias de un shilling a un penny, que había que pagar por adelantado, y se basaba en el peso y no la distancia.

El mayo 6 de 1840 se puso en servicio el primer sello adhesivo, conocido como el "penny black" por ser de un penny y de color negro. Conjuntamente salieron el "penny blue" que era azul y de valor de dos pennys, además salió un sobre estampado diseñado por William Mulready de la Real Academia de Artes, pero este último fue retirado de la circulación enseguida pues recibió excesivas críticas que lo calificaban de ridículo.

Hay quienes coleccionan sellos de correo como entretenimiento, otros como inversión, algunos como negocio y los hay quienes lo hacen por todos estos motivos.

Los filatelistas por entretenimiento encuentran en los sellos una fuente inagotable de conocimientos, pues en los sellos viene la historia, la fauna, flora, geografía, arte, deportes, inventores, etc... de todos los países del mundo.

Los inversionistas compran sellos escasos, errores, piezas de valor, que con el tiempo han subido de valor en una proporción mayor que lo que ha subido el oro en los últimos tiempos. Estos, en un momento dado venden sus sellos en subastas o por otros medios, para recoger sus utilidades acumuladas por años.

El negociante de sellos es el que tiene los sellos o estampillas de correo como medio de vida. Compra y vende los mismos como cualquier otro comerciante vende trajes o camisas.

Es un negocio productivo que se puede comenzar desde su propia casa, con muy poca inversión, pero con mucha paciencia.

Cualquiera de las razones que escoja para dedicarse a vivir entre sellos es buena. Y si decide iniciar a sus hijos en la colección de sellos, será una decisión de la cual vivirá orgulloso toda su vida.

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