Los mejores sellos y los que pierden valor
Para que el sello tenga su mejor valor tiene que estar en perfectas condiciones.
Si es nuevo, debe estar perfectamente impreso, en el centro, con todas sus perforaciones perfectas, con la goma original y sin tener dobleces de ningún tipo.
Los sellos usados deben estar matados de forma en que se pueda ver la impresión del sello; los que conservan mejor su valor son los que han sido matados en una esquina en forma discreta.
Si tiene algún sello que el cuño ha cubierto y manchado todo el sello, trate de cambiarlo por otro que esté más limpio.
Las perforaciones deben estar completas, y la impresión centrada.
No debe estar arrugado y no debe faltarle ningún pedazo al mismo. En caso de que tenga un sello muy valioso, que tenga defectos, no lo tire a la basura, todavía tiene algún valor aunque esté estropeado, pero siempre que pueda cambiar los sellos dañados por unos perfectos debe hacerlo.
A los sellos no debe faltarle ni una pequeña porción del papel en la parte de atrás del mismo, a ello se llama ventana, y se nota poniendo el sello a la luz.
Si piensa vender su colección procure que en la misma no tenga incluido sellos defectuosos, pues eso hace pensar que sus sellos han sido muy descuidados.
Si tiene algunos sellos de valor con defectos, póngalos aparte, y muéstreselos al comprador como sellos de segunda, pero siempre fuera de la colección con sellos perfectos.